Manifiesto :: Paz, soberanía y democracia

EH Bildu, EH Bai

Vivimos sin duda acontecimientos dramáticos que no hacen sino aumentar todavía mas las sensaciones de falta de seguridad y zozobra del conjunto de la humanidad.

Hace ya años que la izquierda independentista vasca viene advirtiendo de que el actual sistema económico neoliberal está situando al conjunto de la humanidad al borde del abismo. Un sistema económico que se construye sobre la defensa de los intereses de una minoría frente a las grandes mayorías populares. Una lógica neoliberal que, atravesada por luchas imperialistas, nos está llevando a un tablero geopolítico de confrontación por el control de mercados, zonas de influencia y la riqueza de los recursos del planeta.

No es momento para instalarnos en la desesperanza, al contrario, debemos poner en marcha dinámicas que frenen el sinsentido actual para instaurar lógicas que nos acerquen a un modelo económico y político a escala humana. Es tiempo para la responsabilidad y no para la frivolidad.

  1. La vieja nación vasca, Euskal Herria, es el pueblo de Gernika, es el pueblo que hace hoy 36 añosvotó NO al ingreso en la OTAN.

Somos un pueblo comprometido con la paz y la soberanía de los pueblos. Y en primer lugar, queremos mostrar nuestro firme y claro rechazo a la agresión militar que Rusia ha desencadenado contra Ucrania.

La agresión militar debe de cesar de inmediato. No es el pueblo ucraniano quien debe abandonar su país, sino que son las fuerzas rusas las que deben abandonar territorio ucraniano.

2. Desde EH Bildu y EH Bai hacemos un llamamientoa la responsabilidad de todas las partes.

La desescalada militar es la primera y básica condición para buscar soluciones políticas que afiancen un escenario de paz y seguridad para todos.

Consideramos que el envío de armas ofensivas no es una medida en esa dirección, sino que, además de alimentar consecuencias más trágicas, puede incrementar también el peligro real de un conflicto a gran escala.

3. Asistimos atónitos a la orfandad con la que se desarrollan las conversaciones entre los gobiernos ruso y ucraniano, en lo que al  acompañamiento diplomático se refiere; todos necesitamos impulsar la vía diplomática y la negociación.

Se debe involucrar al conjunto de la Unión Europea y la Comunidad Internacional en el desarrollo de unas negociaciones que consoliden un escenario de paz y seguridad para todas las partes.

4. Nos adentramos en un contexto económico marcado por múltiples crisis superpuestas, una era de escasez de recursos. Nos hablan de economía de guerra aduciendo sacrificios inevitables mientras las grandes compañías eléctricas aumentan los llamados beneficios caídos del cielo valiéndose de las consecuencias de la guerra y provocando un empobrecimiento masivo de la población.

Frente a la economía de guerra reivindicamos la economía de la paz. Esta situación debe forzar a las administraciones públicas a repensar las prioridades de actuación y la asignación de recursos. Se requiere de un giro copernicano en muchas políticas públicas y una reevaluación de las inversiones en curso. A la vez, se debe actuar sobre el mercado energético interviniendo el precio de la energía y limitando los dividendos de las compañías eléctricas. No aceptamos que la guerra sea el pretexto para el enriquecimiento ilícito de unos pocos a costa del empobrecimiento de la mayoría.

Es necesario recuperar la conciencia comunitaria, donde prime el interés general y no el individual. El cuidado mutuo será, nuevamente, una receta esencial.

Por último, animamos a la sociedad vasca a que participe en las movilizaciones que se convoquen con el objetivo de detener la expansión y escalada militarista, y defender la paz y la soberanía de todos los pueblos.

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