La bajada de las comparsas da inicio oficial a las fiestas de San Juan

El pregón subrayó la importancia de las cuadrillas festivas y la solidaridad para con el pueblo saharaui

Ayer se abrieron las fiestas de Leioa con los tradicionales pregones de Arlote y Mari Pepa y la habitual bajada de cuadrillas. El pregón fue leído, como es costumbre, desde la balconada del Ayuntamiento. Y en la bajad fueron alrededor de 70 cuadrillas de todas las edades las que se inscribieron para esta bajada y, según fuentes municipales, «cerca de 2.000 personas.» El recorrido desde el Ayuntamiento hasta la plaza Lehendakari Agirre (antigua carbonera) estuvo animado y encabezado por la comparsa Su ta Jai, vencedora el año pasado del concurso de peñas. Se da la circunstancia de que el personaje de Arlote está representado por un miembro de esta comparsa, mientras que el de Mari Pepa ha correspondido a una integrante de la asociación pro-Sáhara Fath de Leioa. Los y las compradera de Su ta Jai recrearon en sus disfraces la Mascarada de Lamiako.

Partidos de baloncesto de la NBA, Alicia en el País de las Maravillas, el mundial de fútbol, los Picapiedra y otro tipo de parodias fueron recreadas por las distintas cuadrillas en la bajada. Hubo también quienes se dedicaron a la crítica social y política, denunciando la muerte de las Fiestas de San Juan («Leioako Jaiak RIP») o la libertad de los jóvenes encarcelados de Altsasu («Altsasukoak ASKE»).

Pero antes del inicio del desfile de cuadrillas festivas, Arlote (Josu Barrenetxea, de Su Ta Jai) y Mari Pepa (Erika Herrá, de la Asociación pro-Sáhara FATH) se asomaron a la balconada del Ayuntamiento para leer el pregón festivo. Arlote reivindicó «la importancia que han tenido, tienen y deberían tener las cuadrillas que componen nuestras fiestas». Son, a juicio de este joven leioaztarra «el alma, el motor, la demostración de que podemos disfrutar juntos no sólo de estos días tan especiales en el pueblo, sino también a lo largo del año». Para Barrenetxea, mediante las cuadrillas «hablamos de amistad, de identidad». Por eso solicitó «promover que las cuadrillas y las asociaciones nos encontremos en un ambiente cómodo y facilitarnos los medios necesarios para poder dar el 100». Subrayó que «es algo sobre lo que tenemos que reflexionar».

Mari Pepa, por su parte, tomó la palabra tras Arlote para recordar el drama de los campamentos de refugiados saharauis en pleno desierto, al tiempo que dió las gracias por «la solidaridad mostrada siempre por el pueblo de Leioa» a la hora de acoger a pequeño saharauis en verano y en otras campañas a lo largo del año.

 

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