A dos semanas del 29 de mayo el movimiento de pensionistas de Euskal Herria sigue contactando con agentes sociales, sindicales, grupos de jóvenes, movimiento feminista, movimientos estudiantiles y otros colectivos para conseguir que en todas las comarcas, “se salga a llenar las calles de lucha rebelde y dignidad, por la defensa del sistema público de pensiones y exigir unas pensiones dignas y suficientes”.
Llevan 3 años y 4 meses con lunes de concentraciones, docenas de manifestaciones comarcales, provinciales y locales con las que han conseguido algunas pequeñas mejoras, pero se encuentran con que siguen sin atenderse sus demandas más importantes y sienten sobre sus cabezas la espada de Democles que amenaza con recortes, y siguen sin derogarse las leyes laborales como de pensiones años anteriores. El ministro Escrivá, con sus declaraciones manifestando querer reducir el gasto en pensiones 30.000 millones de euros y presentar dicho recorte en bandeja a Bruselas para conseguir el visto bueno sobre los fondos europeos de recuperación fue calificado de “vergonzoso” por los portavoces del movimiento en la habitual concentración de los lunes.
Aseguran que aumentar de los 25 a los 35 años el cálculo del salario regulador de las pensiones es otro despropósito. A ello se le han añadido las declaraciones del presidente del Banco de España, que propone abaratar el despido y utilizar los fondos europeos para implantar la “mochila austríaca”, como se planteó ya en la reforma laboral del 2010 llevada a cabo por el Gobierno estatal del PSOE.
Las recomendaciones del Pacto de Toledo, la brecha de género en las pensiones, la pensión de viudedad, las pensiones penalizadas, etc. hacen seguir a los pensionistas en las calles para defender sus reivindicaciones.
En los últimas semanas vienen reuniéndose con diversos movimientos y agentes sociales, asociaciones, grupos de jóvenes, movimiento feminista, movimientos estudiantiles y otros colectivos sociales para que la manifestación del próximo 29 de mayo sea una manifestación plural, multitudinaria y unitaria para llenar las calles de Euskal Herria y del Estado español de voces indignadas y rebeldes que digan alto y claro que esta batalla la van a ganar “con la fuerza de la ciudadanía unida”.
