Mañana 30 de marzo se celebra el día internacional de las Trabajadoras de Hogar y de Cuidados. Con tal motivo, las reivindicaciones de los derechos de las trabajadoras de hogar y de los cuidados que generalmente son realizados por mujeres han tenido un peso importante en las intervenciones del movimiento de pensionistas, denunciando la discriminación sistemática y la invisibilidad a las que están sometidas.
Las trabajadoras de hogar sufren salarios inferiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), cotizaciones por tramos y no por salario real. Son trabajadoras que, por poner un claro y sangrante ejemplo, no tienen derecho a la prestación por desempleo. Estas trabajadoras no entran en el protocolo de vacunación por el covid-19 a pesar de ser muchas de ellas personas que se dedican al cuidado de personas mayores dependientes y están en primera línea de riesgo.
Además, en el caso de las mujeres internas sobre todo, suelen ser trabajadoras que no descansan lo que les corresponde y no cobran horas extraordinarias. La mayoría de las mujeres internas suelen ser mujeres migradas o racializadas.
Esta reivindicación y reconocimiento lo han unido a la lucha de las mujeres pensionistas que han sufrido y siguen sufriendo sueldos y cotizaciones más bajas, con contratos temporales o a tiempo parcial, carreras laborales cortas e insuficientes, empleos infravalorados con cotizaciones baratas, ausencias de promoción, necesidad de conciliación de la vida personal y laboral, reducciones de jornada para cuidados, excedencias para ayuda a dependiente, etc.
Situaciones todas ellas que tienen un impacto negativo en sus cotizaciones para el cobro de la correspondiente pensión. Por eso las pensionistas afirman que es clave defender los 1.080 euros de pensión mínima, que afecta a las viudas y mujeres que han cotizado poco o no lo han hecho. También que es necesario luchar contra la brecha de género en pensiones y sueldos, para lo que exigen el reconocimiento social de los trabajos de cuidados. Y un debate sobre el trabajo no retribuido de los cuidados hechos por mujeres. O lo que es lo mismo, “Todos los derechos para todas, ya!”

En Leioa, por otra parte, un lunes más, 28 pensionistas se han agrupado junto al pirulí del Bulevar de la Avanzada en reivindicación de unas pensiones públicas dignas y una pensión mínima de 1.080 euros. Y han recordado que la próxima concentración se llevará a cabo el lunes 12 de abril.