Los Artesanos de la Paz y la red ciudadana Sare han llamado hoy conjuntamente a que el 9 de enero, a las 17:30 horas, los ciudadanos y ciudadanas vascas se movilicen para poner fin a la vulneración de derechos que sufren los presos y presas vascas y trabajen por la paz, la convivencia y la resolución.
Sare y los Artesanos de la Paz han reconocido que “en los últimos meses se viven tiempos esperanzadores, porque algo comienza a moverse, con el acercamiento, aún muy limitado, de algunos presos y presas vascas, a cárceles más cercanas”.
Según ha manifestado, en el Estado francés se han dado pasos con el acercamiento de la gran mayoría de presos vascos a Mont de Marsan y Lannemezan, “aunque en este último año nos hemos encontrado con un bloqueo importante”, responsabilizando a la fiscalía de ello al apostar por “anular las vías jurídicas a pesar del clamor y la voluntad de la mayoría política y social, encadenándose al pasado”, lo que hizo que en Iparralde “se viera la necesidad de abrir una nueva fase movilizadora” que ha logrado, con la libertad condicional de Xistor Haramboure, que el año 2020 termine “con un rayo de esperanza, una luz frágil que queremos hacer prometedora”.

Presos a Euskal Herria, progresión de grado y libertad de los gravemente enfermos y mayores de 70 años
En Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa, según los portavoces de Sare, se están viviendo “acercamientos semanales” pero han denunciado que “la mayoría de estos presos y presas “no se están acercando a cárceles vascas”, sino a centros penitenciarios ubicados a varios cientos de kilómetros de sus casas, lo que les lleva a asegurar que “no estamos ante el fin de la política de alejamiento”, por más que se estén aliviando algunas situaciones familiares. Familiares que deben recorrer menos kilómetros para visitar a sus familiares.
Por ello, Sare y los Artesanos de la Paz han afirmado que “el fin de la política penitenciaria vulneradora de derechos solo será realidad cuando todos y todas las presas vascas estén en Euskal Herria” y cuando “no se les impida iniciar el camino de regreso a sus casas a través de la progresión de grados”, recordando que actualmente hay 107 presos (el 57%) en primer grado penitenciario, 70 presos (el 37%) en segundo grado y tan solo 9 presos (el 6%) en tercer grado y que incluso están saliendo en libertad presos tras cumplir condenas de 30 años que los han pasado todo ellos en primer grado, lo que han considerado “una grave vulneración de sus derechos”.
Sare y los Artesanos de la Paz han reclamado también la libertad de los 17 presos gravemente enfermos y la de los 6 presos mayores de 70 años.
Necesidad de continuar movilizándose
Sare y los Artesanos de la Paz han recalcado que la situación de excepción que siguen soportando las presas y presos vascos o el hecho de que más de 70 niños y niñas lleven nueve meses sin poder abrazar a sus padres y madres y que cuando lo puedan hacer deberán recorrer más de 1000 kilómetros para poder hacerlo, es muestra de que “la normalización está tardando en llegar. Son muchos los años de régimen de excepcionalidad que se aplica a las presas y presos vascos”.
Por ello han pedido a los Gobiernos español y francés que “no alarguen más esta situación, que cumplan con su propia legislación y actúen con humanidad”, y “a quienes desde la política y la judicatura continúan hablando de la violencia como si fuera algo que se produce todos los días, que dejen de hacerlo. ETA ya tomó sus decisiones. Desapareció”.
Por eso, los miembros de los Artesanos de la Paz y Sare han señalado que “los obstáculos más importantes para la paz, la normalización y la resolución proceden de este bloqueo reaccionario, instalado en el pasado y que conculca, en aras de la conveniencia, cualquier principio de legalidad”.