Califican el plan estratégico de Osakidetza 2023-2025 de “panfleto publicitario” y de estar “vacío de contenido”
Miles de personas se han movilizado en la mañana de ayer sábado por las calles de Bilbao para denunciar el “grave deterioro y el desmantelamiento” que, a su juicio, padece Osakidetza y reclamar además la dimisión de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.
Las asociaciones en defensa de la sanidad pública (OPA) convocantes de la movilización han recordado los cierres de los Puntos de Atención Continuada (PAC), los recortes de los horarios de atención en los Centros de Salud y el aumento de los centros donde se atiende exclusivamente con personal de enfermería, sin médico; las “interminables” esperas al teléfono para concertar una cita, las dificultades para conseguir atención presencial y las urgencias saturadas “como consecuencia del colapso de la atención primaria; las listas de espera disparadas para acceder a un especialista o para someterse a una intervención quirúrgica, la falta de continuidad de la atención personalizada debido a las continuas sustituciones del personal sanitario de atención primaria y la vulneración sistemática de los derechos lingüísticos de la ciudadanía.
Las asociaciones en favor de la sanidad pública han denunciado los recortes y el “desmantelamiento progresivo y programado” de Osakidetza con el objetivo, dicen, de “engordar la Sanidad privada, favorecer los intereses de las clínicas, mutuas, aseguradoras, fondos de inversión y consltorías privadas”. Aseguran que “se están forrando a costa de nuestra salud” mientras “estamos sufriendo la pérdida del derecho a la salud como derecho fundamental de todas y de todos”.

Plan estratégico “vacío, sin concreciones ni medidas para la situación de emergencia en que nos encontramos”
Han calificado también el plan estratégico para Osakidetza 2023-2025 como una vuelta de tuerca más a la necesidad de un “cambio cultural” ya defendido anteriormente por la consejera Gotzone Sagardui (PNV) que plantean, entre otras cosas, “humanizar la atención” curiosamente, mediante la atención “virtual, diferida y sin personal”, cuando, a su juicio, la digitalización y las nuevas tecnologías no han mejorado la accesibilidad, sino que han aumentado la brecha digital y dificultado el acceso de muchas personas, en especial las más vulnerables, a la atención sanitaria, “negándoseles de facto el derecho a la salud”.
Así, consideran el plan de la consejera “un panfleto publicitario vacío, sin concreciones y sin ninguna medida concreta para salir de la situación de emergencia en que nos encontramos”. Al tiempo, han recordado a los responsables políticos y a los gestores de Osakidetza que ésta “es una empresa pública, que pertenece a la ciudadanía y que esta la ciudadanía junto con los profesionales de la salud quienes debieran decidir la gestión y el modelo de Osakidetza que queremos tener”, y han defendido un modelo de sanidad pública transparente, de cercanía, accesible y adaptado que cree empleo público de calidad, con una plantilla suficiente y con contratos de calidad. Igualmente, creen que la sanidad pública debe ser el motor de un modelo de sanidad “comunitaria, con perspectiva social, de género, basada en la prevención y en la promoción de la salud”.

Dimisión de Sagardui
Han responsabilizado a Gotzone Sagardui del deterioro y abandono de la sanidad pública y de ser “incapaz” de abordar y solucionar los graves problemas sanitarios estructurales que padecemos. Y han exigido al Gobierno vasco, al PNV y PSE que paralicen las políticas de recortes, desmantelamiento y privatización, además de cambios estructurales. Igualmente han reclamado calidad asistencial, recuperar la atención presencial, acabar con las listas de espera y reforzar la Atención Primaria.
Los portavoces de las asociaciones ciudadanas de defensa de la sanidad pública han anunciado que continuarán trabajando “en la defensa activa de la sanidad pública y contra los recortes, el desmantelamiento y la privatización”. Han llamado a sumarse para construir una Osakidetza “100% pública” para garantizar el derecho a una atención sanitaria “digna y univeral de calidad”.
Además han agradecido a los colectivos y organizaciones sociales, sindicales, vecinales, ecologistas, feministas y al movimiento de pensionistas que se han sumado y apoyado la movilización por su colaboración y apoyo.