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Hace una semana reseñamos los problemas con el sonido que tuvieron que soportar las más de 200 personas asistentes a la proyección de la película Modelo 77 que imposibilitó un seguimiento cabal de la misma y sus diálogos en el Cinefórum Perseo.
Pensábamos, o quizás más bien deseábamos que esa fuera una excepción que no debiera repetirse en sesiones futuras.
Nos equivocamos. En la proyección ayer dentro del ciclo dedicado al thriller de la película Entre la vida y la muerte los problemas de sonido volvieron a repetirse, si bien de menor intensidad e importancia, dado que el molesto y persistente ruido de fondo no impidió oir y comprender los diálogos de la cinta.
Pero a ello se le sumó otro compañero de viaje durante los al menos 90 minutos que quienes asistieron a la sesión estuvieron en el Auditorio de Kultur Leioa. El compañero de viaje del ruido de fondo no fue otro que el importante frío que tuvieron que soportar durante la proyección y el posterior coloquio.
Un coloquio que por segunda vez consecutiva contó con menos personas de las habituales, porque, una vez más, la mayoría de los asistentes, muchos de los cuales tuvieron que echarse sus prendas de abrigo por encima para aguantar la baja temperatura de la sala, en cuanto terminó la proyección cogieron raudos el camino de su casa para no seguir aguantando el importante frío de la sala de Kultur Leioa.
Hubo quien presentó su queja, verbal, en la recepción, a quien se le dijo que la temperatura de la sala se regulaba automáticamente y se le invitó a poner una queja.
Si es cierto que el Auditorio de Kultur Leioa cuenta con un sistema de calefacción automática habrá que pensar que no funcionó adecuadamente o que quien lo programase no lo hizo bien. Como tampoco funcionó bien el sistema de sonido con que cuenta la sala de actos de la instalación cultural del municipio.
Suele decirse que no hay dos sin tres. Esperamos que, en este caso, no sea así y que quienes presumen de “excelentes gestores” pongan en marcha con prontitud las medidas adecuadas para que lo ocurrido en las dos últimas sesiones no se repita la próxima semana. ¿O es que los responsables municipales pretenden animar a quienes asisten al Cinefórum Perseo a que muestren su queja de otra manera más llamativa?
