En el vestuario el equipo lo vio claro y creyó en la remontada: ajustar la defensa interior e incordiar a sus referentes exteriores para poder correr y jugar alegres en ataque. Dicho y hecho. 22-13 en el cuarto y los visitantes que empezaban a venirse abajo frente al empuje local: 63-67, un nuevo partido había llegado para quedarse.
El equipo de Kandelazubieta iba lanzado y en el minuto 33 hizo lo más difícil, ponerse por delante con el 73-72. Hasta un 78-73 a falta de 4 minutos dispuso, pero Solares es un equipo con calidad y no se desconectó. Ambos equipos tuvieron ataques para desnivelar la balanza, pero ninguno lo logró, llegando a la prórroga (81-81), en la que la defensa local concedió muy poco a los visitantes y de la mano de un inspirado Iñigo Pedrosa (30 puntos), consiguieron, por fin, una victoria en Kandelazubieta (89-86).