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La aprobación de la modificación de los suelos de especial protección del convento de las Dominicas para convertirlos en urbanizables pone en evidencia que quienes han defendido ese acuerdo municipal priorizan el beneficio que el polideportivo privado que la cadena Metropolitan pretende construir en la cima del monte Kurkudi puede generar a las monjas propietarias de los terrenos y del propio edificio del convento en desuso y a los dueños de dicha empresa sobre el interés general y público del municipio y del conjunto de quienes vivimos en Leioa.
Tras cuatro años de debates en los que quienes han defendido las bondades de la propuesta se han negado a participar para defender sus posiciones ante la ciudadanía en los actos organizados por los contrarios a este proyecto de polideportivo privado; movilizaciones muy numerosas defendiendo el valor y la continuidad de los terrenos sin modificar su especial protección e incluso un manifiesto firmado por profesores e investigadores de ámbitos ligados al derecho administrativo y a la defensa del medioambiente que el alcalde jeltzale de Leioa, Iban Rodríguez, ha pretendido descalificar con unas torpes y desafortunadas declaraciones en la Cadena SER esta misma semana, se evidencia la pobreza argumental de los representantes del PNV, PSE y PP, que dieron la impresión de que acordaron sus líneas de defensa de la propuesta con argumentos escasamente elaborados e incluso sin datos que los sustenten.
Tan es así que en el Pleno municipal dio la sensación de que los concejales del PSE compraron el argumentario de los negacionistas de la grave crisis climática que estamos viviendo, que, a su vez, o bien calcaron el suyo de los representantes del centro-derecha vasco o fueron informados por aquellos de los suyos para defender el controvertido proyecto. Se da la circunstancia, incluso, de que el representante del PP utilizó una información que solo algunos miembros del Pleno y del Gobierno local, además de la plataforma vecinal SOS Kurkudi, eran conocedores: la propuesta hecha llegar a SOS Kurkudi por el Gobierno local de que la promotora del polideportivo privado estaba dispuesta a rebajar la edificabilidad de los nuevos edificios a construir si la plataforma desistía de recurrir el proyecto en los tribunales, lo que, por otro lado, denota nerviosismo por el resultado que pueda salir de los juzgados.
Comienza una nueva fase
La decisión del Pleno municipal abre las puertas a una nueva fase que pivotará entre el recurso o recursos que puedan presentarse en los tribunales para impedir que se consolide la pérdida de la calificación de especial protección de los terrenos del convento y la capacidad de agrupar a los contrarios a este proyecto de polideportivo privado, en un municipio con un polideportivo público inadecuado para hacer frente a la demanda existente de unas instalaciones deportivas públicas de calidad debido, entre otros motivos, al fallido proyecto liderado en su momento por el excalde Arruebarrena carcomido por la corrupción.
Quienes defienden un modelo urbanístico distinto para Leioa, la conservación e incluso recuperación de los cada vez más escasos terrenos naturales que todavía perviven, si bien amenazados por proyectos constructivos –sean éstos de polideportivos privados o centenares de nuevas viviendas– deberán seguir perseverando en informar y concienciar a la población de los nocivos efectos que sobre el medio ambiente y la calidad de vida de las y los leioaztarras suponen estos proyectos, intentando atraer a cada vez más sectores del municipio a sus posiciones, además de promover nuevas iniciativas y movilizaciones para frenar estas propuestas fuera de tiempo y lugar. Todavía hay partido y es necesario jugarlo.
