Las mujeres y hombres pensionistas han afirmado que seguirán concentrándose y manifestándose hasta que «se hagan realidad las promesas» y se cumplan las reivindicaciones que vienen reclamando durante 15 meses de protestas en la calle.
En Bilbao, un lunes más (y van 71), cientos de pensionistas reclaramaron una pensión mínima de 1080 euros al mes y la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 1.200 euros.
Andrea Uña, una de las portavoces del movimiento de pensionistas, agradeció a los asistentes su participación en la manifestación del pasado sábado. Además, afirmó que «no existe intención de llenar las huchas de las pensiones» y exigió que «se devuelva el dinero de las autopistas y de los bancos».
«Vale ya de promesas, vamos a convertirlas en realidades. Tememos que se dilaten en el tiempo, porque dicen que hay que consensuarlas en el marco del Pacto de Toledo», señaló por su parte Jon Fano, otro de los portavoces del movimiento de pensionistas, quien añadió que «es solo cuestión de voluntad política y, si no, vamos a hacer que la tengan».
