«Los datos que da Diputación no se corresponden con los que da la Consejería de Salud. No podemos entender, a estas alturas, que no haya esa transparencia y se diga la verdad», ha lamentado Juani Céspedes, presidenta de Babestu, en relación a los 788 fallecidos que constan en los registros del departamento que dirige Gotzone Sagardui frente a los 302 en la primera ola y 215 en la segunda que notifica la institución foral. Céspedes ha subrayado que tampoco se atienden a las reclamaciones de los familiares y que «cuando se da alguna queja un poco más importante, siempre dan razón a las empresas».
«No entendemos que digan que se ha hecho una buena gestión y unos buenos protocolos, está clarísimo que no», ha asegurado Céspedes, tras hacer alusión a los 98 casos de covid-19 registrados en la residencia Triondo de Zamudio, los 95 en Marcelo Gangoiti de Muskiz o los 165 en Txurdinagabarri de Bilbo, así como el medio centenar de fallecidos en Abeletxe de Ermua.
Desde Babestu han respondido también a la encuesta realizada por la Diputación de Bizkaia que presentó Murillo la pasada semana, en la que se valora con un notable (8,06) el servicio que ofrecen las residencias, y que para la asociación «no está bien enfocada» y «no tiene suficiente rigor».
Para Babestu, el descenso en el número de contagios gracias al proceso de vacunación supondrá un cambio en las condiciones de los usuarios, pues van a «empezar a interactuar con ellos, a atenderlos mejor», para lo cual «hace falta personal», ha dicho Céspedes.