Sensaciones agridulces

He participado en la segunda de las charlas formativas sobre el Proceso de Revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que ha organizado el Ayuntamiento de Leioa. Un cambio en el Plan que seguramente definirá cómo será el Leioa de los próximos 15 o 20 años, y marcará el rumbo del futuro de nuestro pueblo.

Por un lado, aplaudo que se organice un proceso participativo, con información a los y las vecinas (otras veces no hemos podido decir lo mismo), y que contamos con un equipo técnico tanto del Ayuntamiento como de los equipos que le darán asistencia que parece capaz y comprometido.

Pero, por otro lado, las incertidumbres son inevitables…

Primero, como nos han explicado, el Plan General de Leioa estará sometido a otros Planes superiores, que se aprueban en otras instituciones, (normalmente sin contar con nuestros vecinos, aunque nos afecten de lleno) con mucha menos información y mucho más oscurantismo… y que, además, encorsetarán y limitarán gravemente lo que podamos decidir en Leioa. Me da esa sensación de que “hecha la ley, hecha la trampa”.

Segundo, la complejidad del asunto que, como bien ha apuntado un vecino en el turno de palabra, en el que tanta legalidad, burocracia y aparatos de influencias que ya tienen bien engrasados los engranajes de una rueda de intereses que poco tienen que ver con los intereses de los leioaztarras, tendrán mas que decir que los propios leioaztarras…

Tercero, la flexibilidad tanto para bien como para mal de estos Planes. Me explico: ¿cuál será la flexibilidad de un Plan que define Leioa a medio plazo en caso de necesitar un cambio para el bien de nuestro pueblo? (En caso de una crisis climática, o en caso de otra crisis sanitaria, etc. ¿tendremos margen de maniobra o nos atará de manos para posibles cambios necesarios?); y por el contrario, ¿Qué fiabilidad nos dará este PGOU resultante, si cuando los intereses económicos empujan, el PGOU se modifica cual cambio de cromos al antojo de un Equipo de Gobierno que prima intereses privados y económicos al del cuidado del medio ambiente, de nuestras zonas protegidas en dicho PGOU o de mantener el paisaje de Leioa para el disfrute de sus gentes? (véase el cambio del PGOU de Leioa en Kurkudi, zona de especial protección en ese mismo PGOU, para hacer un polideportivo privado).

¿Sabéis esa sensación de intuir que algo que podría ser tremendamente exitoso, pero sabes que es muy probable que se quede en agua de borrajas? Pues eso.