Afrontar los problemas con perspectiva democrática para buscar soluciones

leihoa.info

Los problemas se le acumulan al Gobierno local del PNV-PSE.

Al final del anterior mandato se supo del intento de una promotora privada de reconvertir el antiguo convento del monte Kurkudi en un polideportivo privado en un municipio en el que las corruptelas del PNV local han impedido contar con un polideportivo público a la altura de un municipio de 32.000 habitantes. Todo ello en unos terrenos que cuentan con una especial protección que ni el PNV ni el PSE tienen problema en cambiar de calificación para intentar, por encima de la oposición vecinal de la zona y del conjunto del municipio, que el proyecto privado salga adelante cueste lo que cueste.

Igualmente, la propuesta de convenio urbanístico con tres empresas privadas (una de ellas relacionada con el pelotazo urbanístico en los terrenos de la antigua sede de Iberdrola en Bilbao), que pretende reconvertir terrenos industriales en nuevas zonas residenciales, para las que han tenido que derribar el antiguo edificio del Sindicato Agrícola y la ya inoperante fábrica MISA (oportunamente derruida tras un derrumbe parcial) y actuado incumpliendo la normativa de aplicación en los terrenos de la dársena de Lamiako, pretende vender como un paso adelante el soterramiento parcial del metro en los barrios de Txopera y Lamiako, en vez de soterrarlo desde Leioa hasta Areeta, como cualquier planteamiento racional y no meramente especulativo aconsejaría. Algo que, además, permitiría replantear el proyecto de construcción de viviendas en los terrenos de la antigua Earle, adecuándolo en alturas al entorno y permitiendo llevar a cabo un proyecto de urbanización y rehabilitación de los barrios de Txopera y Lamiako de forma integral y no parcial.

A ello se ha sumado también el conflicto generado por el intento del Ayuntamiento de poner fin a las actividades del Cinefórum Perseo debido al deseo del área de cultura municipal de apropiarse de una actividad que, si bien se lleva a cabo en el Auditorium de Kultur Leioa, se ha sustentado en una Asociación cultural autónoma (del mismo nombre que la actividad) que ha conseguido congregar en torno a sus programaciones y actividades a cientos de personas del municipio y de las localidades circundantes, generando un consenso muy transversal de que la misma promueve una vida cultural, social y hasta económica beneficiosa para un municipio en el que las actividades de este tipo no abundan.

También las obras de la Avanzada han generado gran controversia. Comenzaron en plena pandemia a la salida del túnel en dirección a Getxo y de la rotonda de Artaza en dirección Bilbao. Las mismas se realizaron suprimiendo la salida de la autovía hacia el barrio de Artaza. Algo que concitó la oposición del vecindario de Lekueder y el surgimiento de una asociación que ha concentrado sus fuerzas en el trabajo de concienciación a través de las redes sociales y en intentar convencer a las instituciones de las bondades de sus planteamientos.

El anuncio de nuevas obras en la Avanzada, en esta ocasión tras la salida del túnel en dirección Bilbao, ha generado una fuerte reacción vecinal, con otra iniciativa que lleva convocadas dos concentraciones y una manifestación por las calles del municipio que han congregado un importante nivel de participación (250 y 600 personas, según los convocantes) y un vivo debate social sobre  los cambios que se pretenden llevar a cabo sin el necesario debate en la institución local y su correspondiente exposición pública y periodo de alegaciones. El vecindario reclama del Ayuntamiento que se convierta en defensor de los intereses del municipio y su ciudadanía. El PNV y PSE, sin embargo, a lo sumo, plantean que «quizás no hemos comunicado suficientemente lo que se iba a hacer», y por ello, a la asesora de prensa con que cuenta el Equipo de Gobierno local pretenden añadir el asesoramiento de una empresa de consultoría en comunicación que costará a las arcas municipales 18.000 euros mas a sumar a los que ya le cuesta al ayuntamiento la asesora de prensa.

Sin embargo, el problema no es de comuniación, sino de una radical discrepencia entre lo que pide y desea la población leioaztarra y lo que pretentenden llevar a cabo el PNV y PSE en cada uno de los temas apuntados. La cuestión no es, por tanto, contratar una consultoría para intentar ganarse a la población, sino afrontar los debates en torno a dichos problemas desde una posición democrática abierta a la consulta de la ciudadanía, para intentar encontrar el punto en el que puedan converger la opinión vecinal y la acción política de la corporación municipal. Lo contrario no sería sino un nuevo intento del PNV y PSE por intentar hacer comulgar con ruedas de molino al vecindario leioaztarra y no solucionar los problemas más acuciantes de Leioa en estos momentos. Un vez más, primar los intereses ajenos a los propios de Leioa.

Pero, para desgracia del PNV y PSE, no estamos en los tiempos en que el vecindario tragaba con carros y carretas. El nivel de hartazgo y desconfianza con las promesas institucionales que no acaban de materializarse jamás, además de los perjuicios que generarían a la población las decisiones que pretenden imponer impiden que tales propuestas se materialicen sin contestación vecinal. Una protesta que no parece que vaya a disminuir, sino mas bien al contrario.

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