Nagore Marcos, Rosana Mencia :: “Ahora es el momento de empujar a los promotores a escuchar al vecindario y cambiar el proyecto”

Nagore Marcos es vecina de la Txopera desde que nacíó, y no solo duerme sino que “convivo y me relaciono en un barrio en el que vivo a gusto y poder desarrollarme en todos los sentidos es lo que me ha motivado para estar en todas las luchas en las que nos han tocado estar históricamente, que no han sido pocas”.

Al igual que Nagore, Rosana Mencia es residente en la Txopera, de 56 años, y lleva toda su vida viviendo en el mismo. Defiende también su barrio como lugar de relación con sus convecinos, algo que últimamente “no se favorece”, y por ello considera necesario trabajar por un modelo de barrio que permita la interrelación y vida social entre sus habitantes. Ambas forman parte del movimiento opuesto al proyecto de modificación del PGOU en el ámbito de la Dársena de Lamiako, a las que Leihoa.info ha entrevistado a título personal.

Preguntadas por los motivos por los que el vecindario de Lamiako y la Txopera rechazan la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Leioa en el ámbito de la Dársena de Lamiako, señalan que “son básicamente cuatro los puntos por los que en las dos Asambleas convocadas por la Asociación vecinal Lamiakotarrak el vecindario ha rechazado muy mayoritariamente dicha modificación” impulsada por el Gobierno local del PNV y PSE con el apoyo del único concejal del PP. No obstante, recientemente el PP parece desmarcarse del proyecto de urbanización del ámbito de la Dársena de Lamiako-Txopoeta.

Soterramiento del metro, recuperación de la Vega, sobredosificación desproporcionada y carencia de servicios

Marcos y Mencia defienden que “parte de las reivindicaciones históricas del barrio, como el soterramiento del metro, han querido ser utilizadas para vendérnoslo como algo  bueno y bonito, presentando como un logro que en esta modificación se va a conseguir cuando no es así, porque el soterramiento solo se va a realizar en la parte más interesada para los empresarios que promueven el plan, que es justo en la Txopera, dejando al aire las estaciones de Leioa y Lamiako y con dos fuentes de contaminación acústica is extras que no tenemos ahora, que serían dos bocanas, la de entrada y salida de la parte que pretenden soterrar”.

Ambas vecinas señalan también la “sobredensificación del barrio” que generaría la construcción de las 1.300 viviendas nuevas que plantean edificar en bloques de entre 9 y 20 pisos de altura, que se calcula pudiera suponer incrementar la población del municipio un 10% respecto a su población actual, pasando de los 32.000 habitantes actuales a más de 35.000 en Leioa. Una “sobredensificación desproporcionada que no creemos que responda ni a las necesidades del barrio ni quizás tampoco a las de Leioa”.

Otro punto que reclama el vecindario de Lamiako y la Txopera es la recuperación de la Vega de Lamiako como zona marismeña, “ya que no es una recuperación integral, sino hacer una especie de parque de Pinosolo, que es precioso pero no es lo que aquí se puede conseguir, ya que es el único entorno de la ría del Nervión-Ibaizabal que se puede renaturalizar, porque el resto está canalizado y urbanizado”.

El cuarto motivo por el que el vecindario no ve con buenos ojos el plan es la falta de servicios, “algo que se viene soportando desde el principio del Plan Especial de Lamiako-Txopera.” Afirman que “Lamiako no ha visto nunca una suma de servicios, sino que le han quitado servicios, existiendo una carencia de locales y servicios para el vecindario enorme, y el ayuntamiento no hace nada para resolverlo cuando además tiene locales propios en los bajos de las últimas viviendas construidas en la Txopera y hay grupos históricos de este barrio que todavía no tienen un local”. Y si a ello se les suman las más de 1300 viviendas nuevas que se pretenden construir, “evidentemente, son nuevas necesidades de servicios a contemplar: aparcamientos, asistencia sanitaria…, que no se plantean en la modificación del PGOU presentada”.

Mencia y Marcos se quejan del abandono de Lamiako-Txopoeta por parte del Ayuntamiento. Recuerda que el PERRI de esos barrios habrá tardado en llevarse a cabo más de 20 años para llegar a su término desde que se adjudicó su ejecución en el 2004. Sin embargo, el proyecto del Plan Especial de Reforma y Reabilitación  Interior de Lamiako es un proyecto contemplado desde que se redactaron las Normas Subsidiarias de Leioa en los primeros años 80, es decir, hace más de 40 años. “Así este es un barrio con evidentes carencias y necesidades no atendidas por el Ayuntamiento de Leioa”, lo que les lleva a decir que Lamiako tenía más servicios cuando era un barrio más industrializado que en los posteriores, debido en buena medida a la falta de equipamientos que ha sufrido y sufre el barrio, “que todavía no cuenta con un Aula de Cultura propia para atender a un barrio populoso” que además pretenden que aumente sus residentes de manera considerable. Ponen como ejemplo que no cuenta con locales para las asociaciones del barrio (Maskarada, Comisiones de fiestas, etc.), y que incluso es una odisea conseguir un local para que la Asociación vecinal realice sus Asambleas por no tener un espacio adecuado para ello. Apuntan, eso sí, que lo que si se han construido son un buen número de supermercados, en la zona de Ibaiondo, que “dan servicio, fundamentalmente, a los habitantes de Romo y Las Arenas”, mientras en Lamiako y la Txopera los comercios de cercanía son muy escasos para la población residente.

El subfluvial de Lamiako, una oportunidad para soterrar el metro por Leioa

En el debate de la modificación del PGOU del ámbito de la Vega de Lamiako también se ha introducido un proyecto que en principio no estaba previsto, el subfluvial de Lamiako, que hay quien entiende que puede ser una oportunidad para que se soterre por completo el metro entre Leioa y Areeta. Mencia y Marcos consideran que, de llevarse a cabo esa nueva infraestructura, “sería el mejor momento y lo más lógico que si el subfluvial pasa justo por debajo de Lamiako y, además hay que soterrar una nueva infraestructura viaria y se pretende conectar por metro la margen izquierda con la margen derecha se soterrase también la estación de Lamiako”.

Preguntadas sobre si creen que hay tiempo para convencer al Gobierno local de que el proyecto presentado no cuenta con el apoyo del vecindario de Lamiako y la Txopera y que, por tanto, debe modificarse y atender a lo que reclama el vecindario, consideran ambas residentes que “estamos en las primeras fases de gestación del proyecto y, por experiencia propia, creemos que no debemos esperar a que siga adelante y tengamos que llegar a la vía judicial, porque en esa instancia no tenemos garantías de lograr los objetivos para el barrio que nos planteamos.”

Información y movilización para empujarles a escuchar al vecindario y cambiar el proyecto

Por eso piensan que “ahora es el momento de dar a conocer en el barrio la propuesta para que la gente que todavía no se haya enterado la conozca; también de movilizarnos y manifestarnos en la calle y empujarles a que  escuchen al vecindario y muevan ficha cambiando el proyecto presentado.”

Creen, además, que lo harán porque se pueden encontrar en caso contrario con un barrio que utilice todas las posibilidades a su alcance para que el proyecto no prospere. Para ello han seguido recabando el apoyo de diferentes grupos y asociaciones como la Asociación vecinal Lamiakotarrak, Lamiako Maskarada, Plataforma de Defensa de la Vega de Lamiako, Ekologistak Martxan, Topera Jai Batzordea, Lamiña Kultur Elkartea, Txopera Ehiza Kirol Elkartea, Lamiakoko Nagusien Etxea, Txorierri Auzoa Elkartea, Bifor Jai Batzordea, SOS Kurkudi, Juventud x el Clima Bilbao.

Desean que el Ayuntamiento tenga en cuenta el malestar generado por la propuesta presentada por las empresas promotoras y se haga “un nuevo planteamiento que atienda las necesidades y lo que reclaman los residentes de Lamiako-Txopoeta, que llevan mucho tiempo, demasiado, reivindicando un metro soterrado por todo el barrio, la recuperación de la Vega de Lamiako y unos servicios públicos culturales, deportivos y sociales a la altura del siglo XXI. En definitiva, un barrio amable donde vivir y relacionarse con el vecindario. “Estamos a tiempo de lograrlo”, aseguran Nagore Marcos y Rosana Mencia.

Sareetara

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